Cuando se maduran quesos en cámaras, es un problema clásico el desarrollo de hongos en la superficie de los quesos, lo que obliga a hacer limpiezas periódicas de los quesos mediante lavado y raspado, lo implica mano de obra y pérdida de material.
El ozono en este caso constituye una herramienta insustituible para poder controlar éstos problemas, siendo además una alternativa completamente ecológica ya que no genera residuos de ningún tipo, ni en los productos elaborados ni en el ambiente. Permite tratar de modo igualmente eficiente superficies y ambientes.